El principio de la calefacción solar es el siguiente: los captadores solares térmicos colocados sobre el techo o en el jardín contienen un líquido termoportador (a veces sólo agua) que, cuando está caliete, se distribuye en la vivienda. Hay tres tipos de instalaciones posibles:

Primero: el agua fluye a través de un suelo radiante, lo que permite difundir el calor lentamente y continuamente. Esta instalación está recomendada durante una renovación importante o durante la construcción ya que requiere realizar de nuevo todos los suelos.

Segundo: se integra un calentador solar de agua (que sirve para precalentar el agua) a la instalación de calefacción central existente. El agua, que está moderadamente caliente,  se transmite a continuación al calentador que acaba de calentar el agua, que está a temperatura elevada esta vez. La ventaja de este tipo de instalación es que no es necesario cambiar la caldera o los radiadores.

En tercer lugar: si el sistema de calefacción central existente sólo tiene un calentador de agua de gran volumen, el agua es calentada sobro todo por los captadores solares y, en suplemento, por una resistencia eléctrica.

Hay que señalar que la energía solar sólo puede satisfacer los 30-60% de las necesidades de calefacción de un hogar. Así, es necesario asociar un sistema complementario.

Otro dato interesante: la instalación de paneles solares sobre el techo de su casa o en su jardín le ofrece un crédito fiscal del 50% en Francia. Sin embargo, el gobierno planea reducir el crédito al 10% en 2011.